Santo Domingo.- El cerdo asado es sin dudas, el gran protagonista de la cena de Nochebuena para las familias dominicanas y una tradición que data de muchos años.
La situación de pandemia no impidió la exhibición y venta de esta carne en las principales avenidas de la ciudad.
Imaginar la cena de Nochebuena sin el lechón asado es prácticamente imposible. Colocado en una puya desde la boca y hasta la cola, es como se exhibe tradicionalmente en los puestos de ventas, algunos de los cuales ya se han hecho parte de ésta costumbre.
Tal es el caso de esta lechonera ubicada en el kilómetro 14 de la autopista Duarte, un negocio familiar de más 30 años.
La pandemia ha significado un gran reto para el equipo de personas que trabajan en el lugar, pues además de garantizar la calidad, lo mismo deben hacer con las medidas sanitarias.
Otros aseguran que se preparan con mucho tiempo de antelación para sus ventas.
En la víspera de noche buena, de muy temprano la gente acudía en busca de su cerdo en puya, para la cena familiar.
El cerdo se volvió plato principal de las celebraciones de manera paulatina y se estima que desde principios del siglo XX, se convirtió el plato principal de la Navidad.
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